Uno de los interrogantes que se fueron hablando fueron: ¿quién hace la cultura? , ¿somos libres para hacerla?, ¿somos consciente de que somos libres o queremos ser conscientes?, ¿pertenecemos a un grupo?, etc. para todos estos interrogantes hubo muchas opiniones diferentes, yo os trasmitiré la información que la mayoría de la clase compartimos.
En relación a la cultura muchos compañeros compartían que es un conjunto de creencias, ideas... que se trasmiten de generación a generación, que se modifica con el paso del tiempo, pero ¿Quién modifica la cultura? muchos creemos que la cultura se va modificando con pequeños cambios que los participantes (personas) van realizando, pero no estamos modificandola también porque las necesidades que tenemos van cambiando. Esto nos lleva a pensar que estamos delimitados en conocer solo lo que nos muestran, no nos delimitan los recursos que tenemos sino el propio sistema que ha cambiado, por todo ello se empezó a pensar que si en realidad ¿somos libres? (libre entendido como cualquier persona que hace todo lo que quiere sin la necesidad de ver las consecuencias que esto puede llevar) ¿nos puede llegar a influir la cultura o la sociedad en nuestras decisiones? estas preguntas no se pueden responder sin antes analizar con que fin nos hacemos estas preguntas y que queremos obtener de ellas. Como futura educadora social podría llegar a decir que las personas estamos condicionadas por muchos factores y que el fin de todo educador social es que nuestros clientes cambien sus conductas. No os puedo asegurar que seamos conscientes de las puertas que tenemos cerradas porque muchos dirían que mejor que estén cerradas así tienen una responsabilidad menos. Así la sociedad nos clasifica en grupos, grupos de iguales, nos clasifica según ideas, creencias, modos de vestir... sin pensar porque es necesario pertenecer a un grupo, pero lo peor es que cada grupo puede tener una cultura, sin llegar a hacerla suya.
Después de todas las preguntas que surgieron Rubén nos propuso hablar con las paredes o dicho de otro modo si las propias paredes podrían llegar a hablar, con esto nos quiso proponer pintar una pared con lo que cada uno quisiéramos (UNA IDEA GENIAL, verdad) pues antes de ver si se podía, muchos pusimos barreras, osea comenzamos a cerrar puertas. ¿Vivimos en una sociedad encerrados en lo que solo nos van enseñando cosas o en las que creamos cosas? Esto me recuerda al mito de la caverna de Platón, donde lo único que conocemos son sombras de algo que es medio verdad, sin llegar a conocer la realidad, sin ni siquiera vivir la vida que nosotros queremos. ¿Donde queréis vivir? en el mundo de las sombras o en el de la realidad.
Os propongo un juego: ¿Apuntar las cosas que deseáis hacer y ver que puerta están por abrirse? así podremos comenzar a cambiar el mundo por uno que la propia persona crea y hace suya.
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